- Los análisis de sangre son un perfecto indicador del estado de salud de las personas, permitiéndonos diagnosticar prácticamente todo tipo de enfermedades, tanto aquellas relacionadas con el sistema sanguíneo como con cualquier otro tejido del cuerpo.
¿Qué tipo de análisis de sangre existen?
1. Análisis completo de sangre y orina
El análisis completo de sangre y orina es el tipo de análisis más común. Se trata de la prueba que se realiza en las revisiones médicas rutinarias para conocer el estado de salud general del paciente.
Este análisis incluye generalmente múltiples marcadores, que nos permiten obtener una visión global de la composición de nuestra sangre. Entre ellos, destaca:
- Hemograma completo
El hemograma, también conocido como hematología completa, analiza los niveles de los tres principales tipos de células de la sangre, es decir, los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas.
El nivel en que se encuentran cada uno de estos componentes nos indica la presencia de diferentes anomalías en el organismo. Por ejemplo, unos niveles bajos de glóbulos rojos puede ser indicativo de problemas de anemia, mientras que unos niveles altos de glóbulos blancos pueden alertarnos de posibles infecciones.
Asimismo, las plaquetas resultan útiles para medir la capacidad de coagulación de la sangre, es decir, unos niveles elevados de plaquetas podrían alertarnos del riesgo de formar trombos o coágulos, mientras que unos niveles bajos podrían advertirnos del riesgo de hemorragias.
- Perfil bioquímico
El perfil bioquímico es el parámetro mediante el que se obtiene el nivel de sustancias químicas que corren por la sangre y también por la orina. Permite analizar la cantidad de componentes como la bilirrubina, que suele acumularse en el hígado, y la glucosa, que puede manifestar problemas de diabetes.
Este parámetro se incluye en los análisis de pacientes con riesgo o sospecha de padecer patologías óseas, hepáticas y renales, entre otras.
- Colesterol
Los lípidos, también conocidos como grasas, permiten ser controlados analizando los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre. Las grasas en sí no son perjudiciales, el problema es si se encuentran en cantidades excesivas. Esto provocaría el taponamiento de los vasos sanguíneos, pudiendo dar lugar a enfermedades cardiovasculares.
- Tiroides
Un análisis de sangre también puede estudiar la actividad de las tiroides, unas glándulas que regulan la velocidad a la que se producen los procesos metabólicos y que influyen en nuestro peso, frecuencia cardíaca, quema de calorías, fertilidad, digestión, etc.
El hipotiroidismo es indicativo de una baja actividad de la tiroides, mientras que el hipertiroidismo señala una excesiva actividad de las glándulas tiroides.
- Hierro
La deficiencia de hierro puede manifestarse con síntomas de debilidad, palidez, fatiga o inflamación abdominal, entre otros. El hierro es un mineral esencial para la formación de glóbulos rojos, por lo que un nivel insuficiente de estos puede conducir a sufrir anemia.
- Ácido úrico
El ácido úrico es un químico que se genera en el organismo como resultado de la descomposición de unas sustancias denominadas purinas y que se encuentran en ciertos alimentos. Alrededor del 80% de las purinas se eliminan diariamente a través de la orina, aunque si nuestra dieta es rica en purinas corremos el riesgo de que estas se acumulen en la sangre, elevando nuestros niveles de ácido úrico en sangre.
Mantener a raya el ácido úrico es importante para evitar cálculos renales y lo que se conoce como gota, que se caracteriza por la acumulación de pequeños cristales en las articulaciones, provocando hinchazón y dolor articular grave.
- Vitamina D
La vitamina D incrementa hasta un 40% la absorción del calcio y un 80% la del fósforo. La hipovitaminosis o déficit de vitamina D puede poner en riesgo nuestro sistema inmune y salud neurológica, por lo que cabe medir sus niveles para evitar futuros problemas.
Más de 30 ng por ml de sangre se consideran unos niveles adecuados; de 20 a 30 un déficit moderado; mientras que por debajo de 10 se considera un déficit grave.
Consulta aquí qué alimentos contienen vitamina D y cómo podemos mantener unos buenos niveles de esta vitamina.
2. Análisis de marcadores tumorales
La prueba de marcadores tumorales se utiliza para averiguar si contamos con pocas o demasiadas células sanguíneas de un tipo en concreto o células anormales, lo que podría alertarnos sobre la posible presencia de cáncer.
El médico puede solicitarla para obtener un diagnóstico inicial, para observar cómo el paciente está reaccionando ante el tratamiento, o bien para controlar la posible reaparición de células cancerosas una vez se ha finalizado el tratamiento.
El antígeno prostático específico o PSA sirve para detectar problemas como el cáncer de próstata, la hiperplasia benigna y la prostatitis o la infección de la próstata.
Por su parte, el CA 15-3 es un antígeno que permite medir a través de un análisis de sangre la concentración de células cancerosas correspondientes al cáncer de mama. Lo mismo ocurre con el CA 125, que sirve para determinar la presencia de cáncer de ovario, endometrial, peritoneal o en las trompas de Falopio.
3. Análisis de Enfermedades de Transmisión Sexual
Si tienes una vida sexual activa, especialmente con varias personas, es recomendable usar protección y realizarse un análisis anual. Las enfermedades de transmisión sexual no tienen por qué producir ningún signo ni síntoma. De hecho, hay muchas personas que ni siquiera saben que la tienen.
En función de tu edad y grado de actividad sexual, entre otros factores, deberías realizarte un tipo u otro de prueba de infecciones de transmisión sexual. Los especialistas recomiendan realizarse un análisis de E.T.S. anual si eres una mujer con una vida sexual activa con múltiples parejas, si eres un hombre que mantiene relaciones sexuales con otros hombres, si tienes VIH o si has tenido relaciones sexuales y no estás seguro de la seguridad de la misma.
El análisis de enfermedades de transmisión sexual permite detectar la presencia de clamidia, gonorrea, VIH, sífilis y hepatitis, entre otras infecciones.
¿Qué tipo de test de alergias existen?
1. Test cutáneo o ‘prick test’
El ‘prick test’, también denominado test cutáneo de alergia, es una prueba que consiste en introducir el alérgeno en el organismo a través de una leve punción en la piel. En función de la magnitud de la reacción alérgica que produzca en la piel indicará si somos alérgicos o no a una sustancia. Entre ellas, destacan la alergia a fármacos, ácaros, hongos, tejidos, insectos, alimentos, epitelios de perro o gato, entre otras sustancias.
2. Test sensibilidad alimentaria 220 alimentos
Esta prueba nos permite determinar los niveles de Inmunoglobulina G (IgG) específica frente a los alimentos habituales en nuestra dieta. Unos niveles elevados de estos anticuerpos producen lo que conocemos como alergia o intolerancia alimenticia, derivando en la presencia de trastornos digestivos, tendencia a la obesidad, cefaleas y migrañas, hiperactividad infantil, agresividad o disminución del rendimiento físico.
A través de una muestra de sangre podemos determinar el grado de alergia o intolerancia a ciertos alimentos.
Centros médicos donde se realizan los análisis de sangre en Barcelona
- Clínica CreuBlanca. Avenida J. V. Foix, 63, 08034 Barcelona. (+link horario analíticas)
- CreuBlanca Tarradellas. Avenida Josep Tarradellas 104, 08029 Barcelona. (+link horario analíticas)
- CreuBlanca Pelai. Calle Pelayo, 40, 08001 Barcelona. (+link horario analíticas)
- Diagnosis Médica. Calle Córcega 345, 08037 Barcelona. (+link horario analíticas)
Ante la duda de no saber qué analítica realizarnos o a qué especialista acudir, es recomendable consultar con nuestro médico de cabecera. Como médico internista, podrá ayudarnos a escoger la prueba diagnóstica que mejor se ajusta a nuestras necesidades o sintomatología para conseguir aliviar nuestro malestar o ayudarnos a salir de dudas.