Desde finales de 2017 en Creu Blanca- Diagnosis Médica, grupo de centros médicos especializados en prevención, diagnóstico y tratamiento de la salud, la demanda de certificados médicos para el pilotaje de drones ha crecido un 30%.
Creu Blanca es uno de los seis centros que existen en Barcelona que emite certificados aeronáuticos. “Existen dos tipos de revisiones para drones-explican los responsables de la Clínica- una para profesionales que pilotan drones de más de 25kg (Clase 2) y otra para aparatos de peso inferior que usan fotógrafos, topógrafos, arquitectos, etc. (LAPL)”.
En ambas revisiones se realizan distintas pruebas para confirmar el buen estado de salud del piloto y sus capacidades cognitivas. “Un dron no es un juguete -señalan desde Creu Blanca- si no un objeto contundente que puede provocar daños importantes, incluso la muerte de personas, si el piloto no está 100% capacitado”.
Además del certificado médico, para poder hacer uso profesional de un dron, es imprescindible estar habilitado en AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea), tener un seguro de responsabilidad civil específico para aeronaves y obtener la licencia oficial de piloto de RPA’s (‘Remotely Piloted Aircraft’). Igual de importante es conocer bien y respetar en todo momento la normativa vigente.
Actualmente, todos los pilotos de drones en España se rigen por una normativa de julio de 2014, que se renovó en diciembre de 2017. “Con la nueva Ley -explican- se amplía el campo de aplicación de los drones pudiéndose volar sobre edificios y personas, así como de noche, con la autorización correspondiente”.
Con la implementación de la nueva normativa, se extiende el uso de los drones a más sectores, ampliándose del mismo modo las posibilidades laborales que ofrecen. “Es este crecimiento del sector -señalan- lo que ha hecho aumentar también la demanda en cuanto a revisiones médicas; cada vez hay más personas que ven una posibilidad profesional sabiendo pilotar un dron”.