Hablamos con el dermatólogo Blas González sobre las mordeduras de estos diminutos insectos.
La vida de los mosquitos dura, por lo general, entre una semana y un mes. Un periodo de tiempo corto pero suficiente para reproducirse. En cuestión de siete días pasan por cuatro etapas de desarrollo: huevo, larva, pupa, fase adulta, y ¡listos para volar! Es aquí cuando aumenta la probabilidad de sufrir las molestas picaduras de mosquitos.
Estos diminutos insectos de sangre fría reaparecen en primavera, extendiendo su presencia durante los meses de verano. Cuando las temperaturas alcanzan aproximadamente los 15ºC, los huevos que depositaron al inicio del invierno los mosquitos adultos abandonan su estado de hibernación o diapausa para eclosionar y seguir con el ciclo de procreación de la especie.
De entre los 2.500 tipos diferentes de mosquitos que encontramos en el mundo, el para muchos temido mosquito tigre, común en nuestro país, prolonga su estancia en nuestro país del mes de mayo al mes de noviembre.
El calor le permite estar activo, es por ello que solamente pica durante el día, a diferencia del mosquito común que conocemos Culex pipiens, que lo hace de noche. Las abundantes lluvias que trae consigo la época primaveral y la subida de las temperaturas, son las condiciones atmosféricas idóneas que los huevos de estos insectos esperan escondidos durante el invierno para después emerger.
Ahora que ya sabemos que estas criaturas no aparecen por arte de magia, en este artículo analizaremos por qué nos inyectan su saliva, cómo aliviar las picaduras de mosquitos y, por supuesto, cuál es la forma de evitarlas.
¿Por qué nos pican?
En primer lugar, cabe aclarar que solo pican los mosquitos hembra. Un mosquito, ya sea macho o hembra, puede sobrevivir perfectamente sin picar. Sin embargo, el néctar de las flores no proporciona a las hembras las proteínas (aminoácidos) suficientes para procrear. Es por ello que recurren a chupar la sangre de un vertebrado, como la del ser humano.
Las larvas de los mosquitos se desarrollan en medios acuáticos pobres en nutrientes, como por ejemplo el agua residual que queda en un charco o un recipiente. Llegan a la etapa adulta en tiempo récord y con las mínimas reservas de nutrientes para poner huevos, por lo que buscan un extra de alimento rico en proteínas por su cuenta.
¿Por qué duelen o escuecen las picaduras?
Baten sus alas entre 250 y 500 veces por segundo y extraen menos de una gota de sangre en apenas un minuto.
A pesar de esa ínfima cantidad de líquido que nos absorben, sus picaduras molestan, a veces intensamente y durante varios días.
En cada picada nos inyectan su saliva, que contiene moléculas a las que nuestro organismo detecta como una amenaza. Nuestro cuerpo responde al ataque liberando una sustancia química llamada histamina, que es la que provoca la irritación o inflamación en la piel.
Cómo aliviar las picaduras de mosquitos
El Dr. Blas González, especialista en Dermatología en Diagnosis Médica, alerta del riesgo de recurrir a remedios caseros para aliviar las picaduras de estos insectos ya que “pueden producir reacciones alérgicas, entre otras afecciones más perjudiciales”.
1. Lavar y desinfectar la zona
El primer paso para tratar las picaduras de mosquitos consiste en limpiar la zona afectada con agua y jabón. Sin frotar, simplemente remojarla y secarla. Bajo ningún concepto debemos rascar la picadura. Esto favorece la aparición de infecciones y empeora el proceso de desinflamación de la herida.
2. Remedios para reducir la inflamación
Tenemos dos opciones:
Aplicar frío
“Si nos encontramos en casa y no sabemos qué hacer ante la picadura de un mosquito, después de limpiar la zona, podemos aplicar frío.”, afirma el doctor González. “Envolver hielo en un paño y colocarlo sobre el área afectada”, añade.
Cremas con corticoides
“Si podemos acercarnos a la farmacia, lo idóneo es aplicar una crema con corticoides y un antihistamínico”, recomienda el doctor González. “Los antihistamínicos de forma tópica pueden empeorar la picada, ya que contienen sustancias reactivas que pueden dar lugar a reacciones alérgicas. Por lo que debemos optar por antihistamínicos vía oral combinado con el uso de crema con corticoides”, aclara.
3. Acudir a un especialista
En el caso de ver que el tamaño de nuestra picadura aumenta o el dolor se intensifica, lo más recomendable es acudir a un dermatólogo o al servicio de urgencias 24 horas.
“El problema de fondo depende de dónde nos encontremos y qué tipo de mosquito nos pique”, advierte el doctor González. “En nuestro país, por ejemplo, el riesgo de sufrir enfermedades a causa de las picaduras de mosquitos es más bien reducido. Sin embargo, hace varios años nos encontramos con el mosquito tigre, que puede dar lugar a alguna viriasis”.
Los mosquitos son los animales más mortíferos del planeta (1). Causan cada año la muerte de 725.000 personas, debido a la transmisión de diversas enfermedades a través de sus picaduras. Entre las que destacan la malaria, el dengue, el virus zika o la fiebre amarilla.
Y ahora sí, 10 consejos para evitar las picaduras de mosquitos
1. Tener en cuenta la forma de vestir. Cubrirnos, en la medida de lo posible, brazos y piernas cuando llega la noche. Los mosquitos pican durante la madrugada y, concretamente, se encuentran más activos dos horas antes del amanecer y dos horas después del atardecer.
2. A la hora de protegernos, usar tejidos ligeros de colores claros. Por el contrario, los tonos oscuros y brillantes atraen a los mosquitos.
3. Huir de olores intensos. Las colonias, perfumes, jabones, aerosoles y cremas corporales con aromas florales actúan de imán para estos insectos. Por lo que sustituiremos los olores dulces por otros más cítricos o aromáticos durante los meses de primavera y verano.
4. Cuidar la higiene personal. Los mosquitos detectan el sudor y el olor a pies. El ácido láctico, el ácido úrico y las bacterias que se concentran en las zonas de las axilas, los dedos y los tobillos les incitan a picarnos.
5. En casa, colocar mosquiteras en ventanas y puertas. Sobre todo en las habitaciones, para evitar que nos piquen mientras dormimos.
6. Ventilar las habitaciones. Mediante el uso de ventilador o aire acondicionado lograremos apartarlos de nuestro hogar. Para lograr una óptima ventilación de la estancia, debemos acordarnos de cerrar la puerta y hacerlo con suficiente tiempo antes de ir a dormir.
7. Apagar las luces. Si tenemos calor y permanecemos con las ventanas abiertas, intentaremos dejar las luces apagadas ya que los mosquitos acuden a la luz.
8. Evitar encharcamientos. Renovar con frecuencia los bebederos de animales domésticos. Además de vaciar el agua de regaderas, cubos, juguetes, ceniceros, platos de las macetas, así como cualquier otro recipiente que tienda a acumular agua.
El 80% de los mosquitos tigre se crían en nuestras casas. Lejos de poder erradicarlos, podemos contribuir a controlar su expansión. “Al mosquito tigre ni una gota de agua”, así se titula el vídeo (2) que ha lanzado la Diputació de Barcelona para evitar que nos piquen.
9. Escapar de zonas de aguas estancadas. Los pozos, las balsas o charcas son lugares donde los mosquitos acuden y forman sus nidos. En el caso de que tengamos piscinas, estanques, depósitos y bidones de agua a nuestro alrededor debemos cubrirlos con lonas, o bien taparlos con mosquiteras de 1 mm de malla.
10. Usar repelente. Resulta esencial seguir la instrucciones de uso y, si es necesario, consultar con un farmacéutico. Sin olvidarnos de retirárnoslo con agua y jabón cuando volvamos a casa. Si nos exponemos al sol, primero debemos aplicarnos la protección solar y 20 minutos después el repelente.
¿Podemos aplicar el mismo repelente en adultos y niños?
“En lo que respecta a los niños, debemos vigilar la concentración de DEET (N,N-diethyl-toluamide), la sustancia química que contienen este tipo de productos y que permite repeler los insectos. De esta forma evitamos que puedan resultar tóxicos”, advierte el doctor González. “Por lo que a los niños se les debe aplicar un repelente con una concentración más baja de DEET”, añade.
Nunca debemos aplicar repelentes a menores de 2 años. Y a partir de los 3 años, emplear un repelente que contenga una concentración de entre el 10% y el 30% de DEET (3). La efectividad en ambos casos es la misma, lo único que varía es la duración del efecto repelente.
Si creemos que tenemos un imán para atraer a los mosquitos, es imprescindible que repasemos el listado de consejos que nos trasladan los expertos. El simple gesto de eliminar cualquier rastro de agua y humedad de nuestros hogares puede contribuir a que reduzcamos de forma considerable el número de picaduras, además de tomar conciencia de la importancia de protegernos de estos insectos.
Y tú, ¿ya lo tienes todo listo para plantar cara a los mosquitos?
Referencias
(1) Organización Mundial de la Salud (OMS) https://www.who.int/es
(2) “Al mosquit tigre ni una gota d’aigua!” https://www.youtube.com/watch?v=KnozraciufY
(3) Insect Bite and Repellant Safety Tips from the American Academy of Pediatrics https://www.aap.org/en-us/about-the-aap/aap-press-room/aap-press-room-media-center/Pages/Insect-Repellents.aspx