En la mente de todos, la gota es aquella dolencia en la que el pie o el hallux (dedo gordo) se hincha desmesuradamente. Pero en realidad esa hinchazón está provocada por el depósito de cristales de ácido úrico en el interior de las articulaciones produciendo episodios de inflamación en las que además aparece un dolor brusco, enrojecimiento, gran sensibilidad al tacto y aumento de la temperatura en las articulaciones afectadas. Esta dolencia parecía cosa del pasado, pero la padecen unas 800.000 personas en España según cifras del estudio EPISER 2016 elaborado por la Sociedad Española de Reumatología.
¿Qué síntomas produce?
Los brotes de gota no solo pueden afectar a los pies. La gota también es cosa de tobillos, de rodillas y de todas las articulaciones del cuerpo. Empiezan de una forma muy brusca, pasando de estar normal a tener una inflamación intensa en cuestión de horas. La sensación es de hinchazón, dolor que empeora con el movimiento y el roce, enrojecimiento y aumento de la temperatura de la articulación afectada.
Un brote de artritis por gota mal gestionado y no tratado adecuadamente puede suponer que se repita el episodio en el futuro, ya que es una enfermedad que tiene brotes de actividad. Por eso es tan importante el diagnóstico correcto de esta dolencia, algo que todavía no ocurre en 1 de cada 3 personas.
Nuevos avances en el diagnóstico de la gota
La tecnología Dual Energy o de doble energía se ha revelado últimamente como la técnica más útil para detectar los casos de afectación por gota. El Dual Energy consiste en adquirir dos imágenes de la misma zona, una de alta energía y otra de baja energía. Mediante esta técnica se pueden diferenciar los tejidos con alto número atómico (calcio y contraste yodado) de los tejidos con bajo número atómico (ácido úrico, agua y grasa). “Lo que sucede en los scanner habituales -señalan los especialistas- es que el ácido úrico presenta una imagen similar al calcio y es difícil diferenciarlos, pero gracias a la tecnología Dual Energy podemos distinguir con claridad las dos estructuras, sobre imágenes en 3D y mediante colores distintos”.
Normalmente, la gota se diagnostica con análisis, además de punción y aspiración del líquido de la articulación afectada. “Mediante la técnica Dual Energy -señalan- podemos detectar la presencia de urato monosódico depositado en las partes blandas periarticulares, en estructuras tendinoligamentosas y en articulación, no accesibles mediante punción aspirativa”.
El Dual Energy permite a los especialistas determinar si la afectación gotosa es mono o poliarticular y, además, mediante la cuantificación de la cantidad de depósito de urato por miligramo, puede realizar el seguimiento preciso y evaluar la eficacia terapéutica.